Como todo en la vida… si somos organizados, cuesta menos y queda mejor.
Limpiar una casa en la que haya «cosas por en medio» es inviable.
Antes de comenzar a limpiar deja todo recogido. Cada cosa en su sitio.
Lo más importante: DE ARRIBA A ABAJO. Esto seguirlo para todo… Un armario, una mesa, unas sillas, un espejo, un cristal… Siempre de arriba a abajo.
Pero en este caso me refiero a que lo primero de todo limpiéis las lámparas (con un plumero por ejemplo), bombillas, esquinas, zócalos…
Si vamos a limpiar paredes, después sería el turno de ellas. Lo más rápido y económico es con una bayeta atrapapolvo.
Después haremos marcos de fotos, cuadros, interruptores, enchufes… y los ríeles de puertas y ventanas junto con las ventanas. Después limpiaremos los cristales.
Una vez que todo esto lo tengamos limpio, será la hora de los muebles. Limpiaremos todo el polvo de la casa y las tapicerías que suelen ser un pozo negro de polvo.
Para la limpieza del baño, comenzaremos primero aplicando el desinfectante sobretodo en el inodoro, que es el sitio más contaminado de toda la casa. Después aplicaremos el limpiador en azulejos, mámpara, bañera, lavabo… y bidé.
Para desinfectar la escobilla, sumérgela dentro del inodoro con un buen chorro de lejía y deja que repose durante unos 10 minutos.
SIEMPRE. Lo último que se debe limpiar es el suelo. Una vez que tengamos ya el resto de la casa limpia, será su turno. No olvides limpiar los rodapiés, y las esquinas con una bayeta o con un cepillo telescópico.
Después barreremos o aspiraremos y fregaremos para darle brillo.
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Equipo de Servinzar